Cáritas Parroquial

 

Dentro de la Comunidad Parroquial, el amor fraterno, la Caridad, no es una cosa más que se hace entre otras muchas: celebraciones sacramentales, encuentros de oración, catequesis, formación de adultos, liturgia, etc., sino que, para la Iglesia, "pertenece a la naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia" (Benedicto XVI, 13 nov 2009).


Son muchos los textos bíblicos que nos urgen como cristianos a actuar para con las personas más necesitadas de una forma especial, sin embargo, quiero resaltar sólo tres:

Ante la preocupación de los apóstoles por la situación de desamparo de la gente, la respuesta de Jesús es bien directa: “Dadles vosotros de comer” Lucas 9.

"Los creyentes estaban todos unidos y poseían todo en común; vendían bienes y posesiones y las repartían según la necesidad de cada uno". Hechos de los Apóstoles 2, 44.45.

Sin embargo, el texto que mejor lo recoge, es la parábola de la comparecencia de todas las naciones ante el Hijo del Hombre (Mt. 25, 31-46), que tiene como núcleo de su mensaje la relación de fraternidad entre todas las personas, pero de forma especial con los más pobres del mundo: los necesitados y marginados. Queda clara la identificación plena de Jesús con todo ser humano sumido en el sufrimiento por carecer de los bienes y derechos humanos más básicos y en considerarse como hermano de todos ellos sólo por el mero hecho de ser víctimas (Mt. 25, 40 "Y respondiendo el rey les dirá: de verdad os digo, que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mi me lo hicisteis"). Los hambrientos, los enfermos, los inmigrantes, los presos, todos los indigentes y oprimidos del mundo son los herederos de la tierra y los beneficiarios con pleno derecho del Reino de Dios.

Otros pasajes del Nuevo Testamento son: Las Bienaventuranzas, dichosos los pobres (Lc 6), los pobres son evangelizados (Lc 7), cuanto tienes dáselo a los pobres (Lc 18), la viuda pobre (Lc21), Jesús evangeliza a los pobres (Lc 4), Lázaro y el rico (Lc 16), Zaqueo y los pobres (Lc 19), llamada de los pobres al banquete (Lc 14)... y más que aparecen en otros evangelios, sin embargo he recogido estos de Lucas ya que es el que mejor recoge el tema de Jesús y los pobres.


Vistos los fundamentos bíblicos de la obligatoriedad que tenemos los cristianos de atender esta situación, recuerdo que SIEMPRE la Iglesia ha tenido un especial cuidado por las distintas necesidades del ser humano y especialmente por los más pobres en todas sus dimensiones.

En la actualidad, la atención a esas personas pobres-necesitadas se ha de regir por una estructura organizada en las parroquias, estas son los lugares más cercanos de encuentro con el pobre, el lugar al que en primer lugar se suelen dirigir, porque saben que es donde encuentran muchas veces respuesta a sus necesidades, tanto de escucha de su situación como de atención y búsqueda de solución de los mismos. 

Son las parroquias el primer lugar de acogida por la amplia red de implantación con la que cuentan por todo el  territorio nacional. En algunas ocasiones, sobre todo en localidades más pequeñas, son los propios sacerdotes quienes atienden con discreción las situaciones que se presentan entre los propios vecinos de las mismas y personas transeúntes que llegan. Sin embargo, lo normal, es que en poblaciones con cierta entidad, dicha atención de la Iglesia a Cristo pobre, se haga con un grupo de personas voluntarias de la parroquia, que colaboran con el párroco en esta labor. Es lo que se llama CÁRITAS PARROQUIAL, que vuelvo a insistir siempre ha existido en la Iglesia.

En el año 1947, la Conferencia Episcopal Española, para coordinar mejor la atención a las personas necesitadas, fundó "CÁRITAS" que empezó a trabajar en cada diócesis. 

Hoy, su modelo de trabajo presenta cuatro fundamentos:

a) la persona como centro, reconociendo al otro no por una etiqueta social (pobre, vagabundo, drogadicto…) sino como hermano-hermana;

b) el amor como motor, rasgo que diferencia la acción de un cristiano de la mera intervención social;

c) la realidad como marco que, a veces, no queremos ver, pero donde Dios se revela en lo cercano y en lo más lejano; y

d) la Iglesia como signo, que es capaz de generar espacios de acogida, encuentro, humanización y corresponsabilidad.

Este modelo exige hacer de la caridad una tarea donde toda la comunidad se vea implicada y se sienta responsable, aunque exista un grupo de personas que animen, promuevan, sensibilicen etc.

 

En nuestras parroquias de Arce, Oruña y Barcenilla, esta atención de Cáritas parroquial se ha realizado en todo momento, atendiendo las necesidades de las distintas personas que se dirigían a la parroquia en demanda de escucha de la situación concreta que presentaban y para que se les ayudara en lo que necesitaban.

En este momento, junto con el párroco hay un equipo de voluntarias de Cáritas.

Horario de despacho: 1º y 3º viernes de mes de 12.00 a 14.00 en los locales parroquiales: Barrio de la Cagiga 15 de Arce, junto a la bolera y pistas de padel.

Teléfono de atención: 607412140 (Párroco)

 


Atención prestada:

 

ACOGIDA

Todas las personas que pertenecen a cualquiera de nuestras tres parroquias pueden acudir a nuestro servicio de acogida para expresar sus necesidades y que podamos valorar, tras estudiarlas, como podemos darles la ayuda que necesitan.


ROPERO

En colaboración con Cáritas diocesana y su servicio de recogida de ropa se da la oportunidad para que muchas prendas que están en buenas condiciones y ya no utilizamos tengan una segunda vida a través de los servicios de reutilización y reciclaje con la empresa social Koopera y sus contenedores rojos de Cáritas.

Contamos con uno de esos contenedores en Arce, urbanización la Mina (entrada a barrio Solarana), en la siguiente ubicación


 ALIMENTOS

Desde el año 2015 trabajamos en colaboración con el Banco de Alimentos de Cantabria recogiendo alimentos que repartimos entre las personas que nos lo solicitan mensualmente. Dicha entrega se realiza todos los primeros jueves de cada mes. También durante la Navidad, tal y como se venía realizando años atrás, se recogen productos para consumo en el hogar, que además de ayudar a los receptores de los mismos, muestran un aspecto esencial en la comunidad cristiana como es el compartir. Fuera del tiempo de Navidad no recogemos en la parroquia alimentos, quien desee colaborar puede hacerlo económicamente.

En la actualidad, esta ayuda, debido al sistema de funcionamiento de CÁRITAS DIOCESANA DE SANTANDER, está en REVISIÓN, puesto que CÁRITAS DIOCESANA no es partidaria de dar alimentos, sino dinero a las personas necesitadas.


COORDINANDO CAPACIDADES

En más de una ocasión (cuando su salud se lo permite) las personas beneficiarias de Cáritas parroquial ofrecen sus servicios profesionales a las personas que lo solicitan: limpieza de casas, cuidado de mayores, manicura y servicios estéticos...

El trabajo es la mejor forma de ayudar a las personas

 

COMPARTIENDO LO QUE YA NO UTILIZAMOS

Igual que la ropa, tenemos en casa muchos elementos que quizás ya no utilizamos y pueden ser una gran ayuda para otras personas.

En la actualidad contamos con los siguientes elementos:

2 sillas de ruedas (prestadas)

Cama eléctrica articulada.

Andador.



Conjunto de movilidad para bebés.



Silla para WC

 


Todos estos elementos se ceden en préstamo, mientras se necesiten.

Tanto para pedir estos objetos o para donar otros, diríjanse a la parroquia o en los teléfonos arriba indicados.


COLABORACIÓN ECONÓMICA CON CÁRITAS PARROQUIAL

En este número de cuenta: ES39 0049 67 42532316329894


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